El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, anunció que Francia no aceptará a partir del 1 de enero de 2024 imames “en comisión de servicio” enviados por diversos países (Marruecos, Argelia, Turquía...).
Francia quiere aumentar el número de imames formados en el país. Esto supone el desarrollo de cursos de formación “respetuosos con las leyes y los principios de la República".
Francia quiere frenar el impulso extranjero en el desarrollo del Islam en su territorio, decantándose por un modelo propio. El Instituto Francés de Islamología se erige como herramienta principal para cultivar un Islam que armonice sus postulados con los principios de la propia república.
Hasta ahora los imames “en comisión de servicio” permanecían en el país bajo ese estatuto, situación que cambia a partir del 1 de enero de 2024. Igualmente, los gestores de los lugares de culto tendrán que elegir, nombrar y pagar a los imames que seleccionen. Este cambio a buen seguro que tendrá un impacto directo en la economía de todas estas asociaciones, pues los salarios de los imames era financiado por el país de origen.
En febrero de 2020, Emmanuel Macron anunció una serie de medidas contra las "influencias extranjeras" sobre el Islam en Francia, con el fin de combatir el "separatismo islamista".
