“Cuando Mis siervos te pregunten sobre Mí… Yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide cuando Me pide; así pues que ellos Me respondan y crean en Mí, ¡ojalá se guíen rectamente!” Corán, 2:186
Dios habla de “siervos”, es decir, que Él está cerca de sus siervos cuando estos reclaman Su presencia.
Los caminos de Allah son tantos y tan grandes que es fácil desorientarse, sobre todo quienes practican turismo teológico en busca de ese acercamiento espiritual que les es esquivo por razones propias. Cualquier confusión al respecto podría adulterar el componente esencial de Salat al Istijara, que no es otro que la intención sincera de un acercamiento a Dios.
Al Istijara no es una fuente a la que se llega y se echa una moneda a la vez que se pronuncia un deseo. Ni el brillo de la moneda ni la elocuencia de las palabras pueden sustituir la opulencia de un acto de fe sincero y hecho en los altares del corazón.
Ni todas las medallas del mundo ni todos los homenajes que puedan realizarse podrían acapararse a la condecoración de “siervo” otorgada por Dios. El mundo no es más que una ilusión que se vive y que sirve como vehículo transportador hacia horizontes eternos e inconmensurables.
La palabra Salat significa oración/plegaria y la palabra Istijara significa buscar guía, así que podemos traducir ambas como “Oración/Plegaria en busca de guía”, ambas expresiones llevan implícita una súplica que está dirigida directamente a Allah (Dios).
Se trata de un recurso que ofrece el Islam a los creyentes cuando se encuentran en un cruce de caminos y no saben cuál es la decisión más adecuada para su seguridad y para sus intereses. En todo ese universo de zozobra y de desorientación, los creyentes utilizan el recurso de Salat al Istijara como puente para solicitar la intervención divina en busca de la decisión correcta.
¿Cómo rezar el Salat al-Istijara?
De acuerdo con el Hadiz en el que se menciona esta súplica, el Profeta, sws, dijo que la mejor manera de realizar Salat al Istijara era rezar dos rakats (unidades de oración) y luego hacer la súplica del Salat al-Istijara.
En esencia, cuando un creyente decide realizar al-Istijara, está depositando su confianza absoluta e incuestionable en Allah, en el convencimiento de que Él es el Creador y que Él sabe lo que es mejor para sus siervos. Esta confianza se basa en la creencia y en la sabiduría de Allah y Su omnipotencia.
Al Istijara puede traducirse de la siguiente manera:
Oh Allah, en verdad busco lo mejor [de cualquiera de las dos opciones] de Ti, por Tu conocimiento, y busco habilidad en Ti, por Tu poder, y acudo a Tu inmensa bondad. Porque en verdad Tú tienes poder, y yo soy un simple mortal; Tú eres dueño del mejor conocimiento y yo poco sé; Tú eres el Conocedor de los reinos invisibles. Oh Allah, si sabes que este asunto es bueno para mí en lo que respecta a mi religión, mi sustento y para el buen fin de mis asuntos, decrétalo para mí, facilítalo y concédeme bendiciones. Y si sabes que este asunto no es bueno para mí con respecto a mi religión, mi sustento y para el buen el fin de mis asuntos, entonces apártalo de mí y a mí de él; y decreta para mi algo mejor que esto, donde sea que esté, y hazme estar conforme con lo que decretes
La súplica no solo contiene la cuestión mundana que la promueve, sino que también busca lo que es mejor “con respecto a la religión”, lo que significa que tal disposición realzará y mejorará nuestra relación con Dios.
Tawhid (Unicidad)
Un signo de que hemos llegado a depositar una confianza absoluta en el Creador, es que renunciamos conscientemente a nuestros propios deseos y confiamos en que encontraremos bondad -y que será lo mejor- en lo que Allah ha ordenado.
La confianza en Allah
El Profeta Muhammad, sws, dijo en un Hadiz: “La confianza requiere y se apoya en la paciencia del creyente”.
Tener plena conciencia de que Dios solo elegirá aquello que beneficia al creyente hace que la paciencia sea más fácil, porque Su guía es la mejor.
La respuesta de Allah
Allah puede responder de muchas maneras, tantas como quiera, Él es poderoso. Hay que magnificar el poder de los sentidos. La respuesta puede llegar desde cualquier dirección y de un modo que no esperamos, pero siempre habrá algo que te advertirá de su presencia. Debemos abrir de par en par las puertas de nuestro corazón,
Confía en tu sinceridad. Confía en Allah.