UN PASO ATRAS

El sacrificio animal sin aturdimiento, en riesgo en Europa

*El Tribunal de Estrasburgo avala que los Estados miembro puedan prohibir el sacrificio ritual por motivos religiosos si no se somete a los animales a aturdimiento previo

Tras la sentencia de los jueces europeos el martes 13 de febrero dando la razón a las regiones de Flandes y Valonia (Bélgica) que habían prohibido el sacrificio de animales por motivos religiosos, el ritual halal y kosher genuino corre peligro en Europa.

Los hechos se remontan a 2014 cuando entró en vigor la Ley de bienestar animal en el país y se puso fin a la excepción del sacrificio animal sin aturdimiento para las comunidades religiosas, haciéndolo obligatorio para todo tipo de animales destinados a consumo humano. Acto seguido, diversas organizaciones judías y musulmanas interpusieron una demanda alegando que la obligatoriedad de aturdimiento animal violaba su derecho a la libertad religiosa, dificultando, además, la adquisición de carne de animales sacrificados conforme a los preceptos religiosos que no imponen el aturdimiento previo.

Ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como ya hiciera el Tribunal Constitucional de Bélgica, ha dictaminado que el mero hecho de que los preceptos dietéticos de los creyentes de estas dos confesiones sean diferentes no basta para considerar que se encuentren en una situación discriminatoria o desfavorable en materia de libertad religiosa.

La sentencia sostiene que no existe incompatibilidad ni obstáculo para el ejercicio de la libertad religiosa – (artículo 10 de la Carta de los Derechos Fundamentales: libertad de pensamiento, de conciencia y de religión) con el uso de técnicas de aturdimiento por considerar que son procesos reversibles y que no provocan la muerte del animal.

El fallo judicial es inaudito pues antepone, por primera vez, el presumible derecho animal antes que el de las personas al considerar que el bienestar animal forma parte de la “moral pública” y querer justificar así una injerencia de este tipo en la libertad religiosa. Sostiene, también, que “la protección del bienestar animal constituye un valor ético al que las sociedades democráticas contemporáneas atribuyen una importancia creciente.”

Visto está que el uso de la electronarcosis, de pinzas de descargas eléctricas, de pistolas de aire comprimido sobre el cerebro de los animales, de la aplicación de gases en cámaras de gas…como métodos de aturdimiento han sabido vender su carta de presentación hasta el punto de ganar el terreno al ejercicio de nuestros derechos fundamentales.

No es de recibo que mientras la legislación de muchos países, -la española incluida-, permita el sacrificio animal sin aturdimiento, muchas certificadoras continúen camuflando el genuino ritual del sacrificio animal bajo una etiqueta que sigue sin informar si los productos cárnicos que nos venden como “halal” han sido previamente aturdidos y, en su caso, bajo qué método.

Por otra parte, la consciente o inconsciente desidia de los consumidores que no asumen su responsabilidad y la delegan en los carniceros eludiendo la suya propia, pueda dar pie a que esa prohibición se haga cada vez más extensiva y llegue el día en que lo “halal”, el “halal” de verdad, incluido el del Eid al Adha, lo hayamos dejado perder.